Tim Burton regresa al universo 'Bitelchús' con una simpática secuela
Hace 36 años, Tim Burton irrumpía en las salas de cine con una cinta tan original y divertida que acabaría instalándose entre los grandes títulos del fantástico. No era su primer largometraje -ese honor corresponde a 'La gran aventura de Pee-Wee'-, pero sí fue la cinta en la que el autor de películas como 'Ed Wood' o 'Mars Attacks' desplegó por vez primera su extravagante y rico universo personal, pese a que el de Burbank (California) no escribió ni una sola línea de su guion. De alguna manera, aquella obra forjó su sello autoral.
'Bitelchús' seguía los pasos de Bárbara y Adam Maitland, una pareja que disfruta de su enorme casa en una colina de Winter River, un coqueto pueblo de Connecticut, hasta que un buen día, por no atropellar a un perro, fallecen al caer al río con el coche.
Los Maitland se convertían en fantasmas, condenados a vagar durante años por la vivienda, pero las cosas se complicaban cuando el inmueble era adquirido por la familia Deetz. La pareja, entonces, se veía obligada a contratar los servicios de Bitelchús (Michael Keaton), un demonio histriónico y repugnante, que trabaja por cuenta propia como bioexorcista, para ahuyentar a los nuevos propietarios.