Marc Márquez, todo al rojo y Jorge Martín, todo al negro
“Todo al rojo”. Con este lema y un look que cumplía con esta premisa, Marc Márquez ha iniciado su aventura como piloto oficial de Ducati. Pasaban quince minutos de las once de la mañana de este martes 19 de noviembre cuando el piloto de Cervera ha salido por primera vez a pista a lomos de su nueva Desmosedici.
La escena en el Circuit de Barcelona-Cataluya, ha generado la misma expectación que la que se produjo hace justo un año en Cheste, cuando Marc se estrenó con la GP23 del Gresini después de once años en Honda. Entonces, el octocampeón dedicó a cámara una reveladora sonrisa. Esta vez, su gesto ha sido de concentración, aunque David Tardozzi, jefe del equipo Ducati, ha explicado que sus sensaciones no han podido ser mejores: “Inmediatamente Marc nos ha dicho que la GP25 es mucho más fácil que la del GP23 del año pasado”.
Márquez sigue adelante con el plan que trazó cuando decidió abandonar Honda. Recuperado físicamente, buscaba volver a sentirse competitivo, a disfrutar pilotando. Lo consiguió en Gresini, “un equipo que siempre guardaré en mi corazón porque me ha permitido renacer como piloto”, explicaba el pasado jueves en vísperas del GP Solidari que clausuró la temporada en Barcelona. Y ahora sube la apuesta, de rojo, con moto de fábrica y dispuesto a medirse en igualdad de condiciones con Pecco Bagnaia.