Xabi Alonso camina sobre el fino alambre de la pegada

Tampoco hubo brillo en Vitoria, ni mucho menos. A Xabi Alonso lo sostienen en el cargo dos chispazos de calidad y pegada. El primero, de Mbappé, un seguro en cuanto al gol que sigue a la caza del récord realizador en un año natural de Cristiano Ronaldo, fijado en 2013 en 59 dianas.

El francés está a solo tres tantos de ese hito, y aunque le quedan por delante dos partidos, el de Copa del Rey en Talavera de la Reina y el duelo liguero ante el Sevilla en el Bernabéu, todo apunta a que no será partícipe en el debut madridista en el torneo del KO, propicio para las rotaciones frente a un rival de Primera Federación, la categoría de bronce.

El segundo destello en terreno babazorro lo protagonizó Vinicius al contraataque. El brasileño desbordó a la carrera y rubricó a continuación la decisiva asistencia para su compatriota Rodrygo, que resolvió una complicada papeleta cuando a falta de un cuarto de hora para el final del partido, el alavesista Carlos Vicente había aprovechado un descuido defensivo del Real Madrid para poner un inquietante empate en el marcador, otro tropiezo que amenazaba con derribar definitivamente la era Xabi Alonso.