
Una máquina de fotos que es historia viva
Últimas noticias sobre el ADN: crean óvulos humanos fecundables a partir de células de la piel. Un estudio preliminar abre la puerta a que mujeres infértiles y parejas homosexuales tengan hijos con carga genética propia. Durante siglos, la sangre ha funcionado como metáfora de pertenencia.
“De mi sangre” se dice, a menudo con voz ronca, para nombrar al hijo; “romper la sangre”, gritando en la puerta de un cementerio, para señalar la traición. El ADN heredó esa carga simbólica: la ciencia lo convirtió en garantía de identidad. La vida sobrepasa luego lo genético: el idioma aprendido, los gestos que imitamos de otros, la suerte.
Gemelos idénticos acaban siendo universos distintos; extraños sin parentesco se reconocen ruidosamente como hermanos. Conocer la información genética de un niño puede anticipar riesgos médicos y permite diseñar mejores tratamientos.