© hoy.esUn recién nacido con 53 cuchilladas arrojado a un contenedor de basura
Cuando la madrugada del 2 de agosto de 2019 un hombre que escudriñaba en los contenedores localizó a un recién nacido cosido a cuchilladas dentro de una mochila, la ciudadanía, conmocionada, buscaba al responsable en los márgenes de la sociedad. En el imaginario colectivo se trataba de una culpable o culpables sin arraigo. Se representaba de pensamiento como un monstruo evidente.
Alguien que nada más verle ya tuviera apariencia de ser capaz de cometer algo semejante. Pero nada más lejos de la realidad… El mal, como muchas otras veces, vivía camuflado en la más anodina normalidad. Integrado en cotidianidad.
En Gijón, una de las ciudades de España con menor índice de criminalidad, el crimen del bebé supuso una auténtica sacudida. No solo se trataba del asesinato de un ser completamente indefenso. El pequeño había sido arrojado a un contenedor como si fuera basura… Esa misma madrugada se puso en marcha toda la maquinaria policial en la que se acabaría convirtiendo en unas de las investigaciones más complejas a las que se ha enfrentado la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría gijonesa.