
Tres cadáveres y un reguero de deudas por una estafa del amor millonaria
A las 22.55 horas, Dilawar Hussain Fazal, alias 'El negro', entró por su propio pie en el cuartel de Arganda del Rey.«¿Sabes lo que ha pasado en Morata de Tajuña?», espetó al agente que vigilaba la entrada. Era 21 de enero. Tres días antes, la Guardia Civil había encontrado los cadáveres de tres hermanos parcialmente carbonizados y con signos de violencia en su domicilio del municipio madrileño. Y en esos momentos, Dilawar, paquistaní, de 43 años, era el hombre más buscado del país.
Los investigadores ya lo tenían en su punto de mira como el principal sospechoso del triple crimen por varios motivos. Habían averiguado que dos de las víctimas cayeron en las redes de los estafadores del amor y llevaban al menos ocho años entregándoles grandes sumas de dinero. Sabían también que las hermanas, cegadas por la promesa de cobrar una herencia millonaria, se habían arruinado y estaban asfixiadas por las deudas porque habían pedido préstamos a amigos y conocidos para seguir haciendo transferencias a sus amantes virtuales convencidas de que eran militares del Ejército estadounidense.
Los agentes no tardaron en descubrir que Dilawar estaba entre los prestamistas y que había estado en prisión por agredir a una de las hermanas con un martillo. «Yo soy el que ha matado a las tres personas», confesó al agente que vigilaba el acceso al cuartel de Arganda. «Estoy loco, esas personas han matado a mi madre. Les he golpeado hasta matarlas, no recuerdo nada más».