© canarias7.esAtención, vengativos: este rasgo revela que tenéis (al menos) una debilidad
Valeria Sabater, psicóloga y escritora, ha dedicado un libro a analizar este concepto –'La neurociencia de la venganza: anatomía de un fenómeno que domina nuestro mundo' (Ed.
La Esfera de Los Libros– y afirma que «la mayoría de nosotros la aplicamos de una manera u otra, a diferentes escalas: la ejerce el chico que se enfada con su pareja y deja de hablarle (ley del hielo), la ponemos en práctica cuando nos molestamos con un amigo y no respondemos a sus mensajes en un par de días, en dejar de seguir a una amistad en redes sociales después de una discrepancia para hacerle ver que la borramos de nuestra vida, al no compartir información con un compañero en el trabajo como represalia por algo sucedido en el pasado…», enumera.
Uff, pues sí que somos retorcidillos, deberíamos hacérnoslo mirar, ¿no? Lo que pasa es que, muchas veces, ni nos damos cuenta de nuestras micro-venganzas: «¡La venganza se aplica en el día a día de maneras muy sibilinas porque forma parte de nuestra conducta más inconsciente!». Ay, Dios, que encima nos sale sola... menudo problemón. ¿Nos hemos puesto a pensar alguna vez si somos vengativos? ¿Qué dice de nosotros el hecho de que 'la guardemos' y busquemos devolver el daño que nos han hecho (o que creemos que nos han hecho)?