
Rumanía, en alerta por la presencia de drones rusos
Una polémica se ha desatado sobre si la incursión de unos 20 drones rusos en el espacio aéreo de Polonia, y por lo tanto de la OTAN, de la semana pasada ha sido deliberada o no. El número de drones y sus trayectorias inclinan a pensar que ha sido premeditado. Pero no creo que esto sea lo primordial. En cualquier caso es, o se va a convertir indefectiblemente, en un tanteo sobre la resolución y eficacia de la defensa en común del territorio OTAN.
Examinemos vertiginosamente los antecedentes de la Rusia de Putin en Ucrania. En 2014 se anexionó Crimea empleando tropas sin insignias ni distintivos nacionales. Simultáneamente promovió una insurrección «espontánea» en el Donbás, apoyándola con tropas y armamento ruso.
La respuesta occidental a esta grave alteración de una frontera europea por la fuerza consistió en tímidas sanciones económicas acompañadas de una aún más suave respuesta militar, centrada en el adiestramiento de algunos efectivos ucranianos y una modesta cesión de armamento defensivo. Todo esto no debió producir un gran efecto disuasorio en el Sr.