Los mapas que cuentan la evolución del voto independentista en Cataluña
Las primeras elecciones democráticas se saldan con una mayoría nacionalista moderada a favor de la Convergència i Unió (CiU) de Pujol. Ello a pesar del prestigio del republicano Josep Tarradellas, primer presidente de la nueva Generalitat durante la Transición pero que no se presenta a estas elecciones.
Esquerra, principal fuerza independentista, se lleva un fiasco al cosechar tan solo 14 diputados en el Parlament frente a los 43 de CiU. Pujol es investido por mayoría simple gracias a una extraña amalgama de apoyos que cuenta con los diputados de UCD y de ERC para frenar un posible Gobierno catalán formado por socialistas y comunistas.
El secesionismo radical queda en estas elecciones reducido a un papel testimonial.
La primera mayoría absoluta del ‘pujolismo’ se consuma a costa de la desaparición de UCD y la debacle de Esquerra, que se queda en solo cinco diputados autonómicos. El nacionalismo templado de CiU se hace hegemónico y permite un mayor margen de maniobra de su presidente frente a Madrid que va en aumento en los siguientes 15 años, especialmente durante el último Gobierno de Felipe González y el primero de José María Aznar.