
Las mujeres también mandaban en el Neolítico
Las tumbas se corresponden con dos mujeres maduras que eran las jefas de este poblado encuadrado en la «Cultura de las Motillas», túmulos en la llanura que, además de servir de lugar de enterramiento, contenían infraestructuras hidráulicas como pozos y eran utilizados para guardar animales domésticos.
Según el codirector de las excavaciones de este yacimiento que comenzaron hace tres años, Luis Benítez de Lugo, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, «eran las jefas de las motillas porque estaban enterradas cámaras funerarias reservadas sólo a personas del máximo rango y seguramente eran las que controlaban el ganado de la zona y el uso del agua».
Y es que el asentamiento situado junto a esta motilla también sufrió el conocido como Evento Climático 4.2 que supuso un brusco descenso de la temperatura media y una brutal sequía hace unos 4.200 años. «El control del agua suponía tener poder porque de él dependía el abastecimiento o el riego y también la supervivencia del ganado porque eran sociedades agrícolas y ganaderas con caballos, ovejas y cabras», indica este arqueólogo.