La pujanza de los macrofestivales se mantiene, pero se ignora si son «sostenibles a largo plazo»
Los hábitos de consumo culturales de los españoles durante el año pasado año reflejan la pujanza de los macrofestivales, un fenómeno que se ha podido consolidar en parte por la existencia de ciertas políticas públicas, como el bono cultural joven. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Persisten algunos miedos que datan de la época la pandemia y que hacen que se retraiga la demanda.
Así, en 2023, en el primer año libre de restricciones sanitarias y administrativas por la crisis del coronavirus, hubo un incremento de público, sesiones y recaudación, sin que ello signifique una recuperación completa con respecto a los tiempos anteriores a la irrupción de la covid.
Según consta en el informe del Anuario SGAE 2024 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, las artes en vivo consiguieron recaudar un 23% más que el año precedente. La investigación, presentada este viernes por el presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana, y el director general de la Fundación, Rubén Gutiérrez, destaca que se produjo un incremento del 10% de sesiones, al tiempo que hubo 19% más de espectadores que un año antes.