La década de Ana Botín al frente de Banco Santander para convertirlo en una entidad más grande y digital

Nada hacía presagiar en la vuelta al cole de hace 10 años que Emilio Botín, el presidente del Banco Santander, la mayor entidad en España, había muerto la noche anterior y su hija, Ana Botín, estaba a punto de convertirse en su sucesora al frente del grupo. La noticia saltó en forma de comunicado poco antes de la apertura de la bolsa y los hechos se sucedieron lo suficientemente rápido como para que el nombramiento estuviera resuelto al final de ese mismo día.

Ana Botín asumió entonces la tarea no sólo de mantener el legado que le había dejado su padre, sino de hacer suyo el futuro de la entidad. En una entrevista difundida estos días por Banco Santander con motivo del décimo aniversario de su llegada a la presidencia, Botín reconoce que su papel fue, primero, "consolidar", y después "transformar" el grupo. Está en ello.

Banco Santander terminó 2023 con un beneficio récord de 11.000 millones de euros y va camino en este 2024 de superar los 12.000 millones. Ampliando el foco a los últimos diez años, Botín destaca que el banco ha multiplicado por tres el beneficio, ha aumentado el capital en más de un 50%, ha multiplicado por seis el retorno al accionista y ha ganado más de 60 millones de clientes, hasta los 168 millones.