«Europa está abierta a revisar los límites de CO2 pero nuestro problema son los plazos»
El perfil es el adecuado para el momento: era el responsable de Alfa Romeo cuando su modelo más pequeño provocó tensiones con el Gobierno italiano de Giorgia Meloni y tuvo que pasar a llamarse Junior en vez de Milano, por lo que las negociaciones políticas, inevitables en una posición de esa envergadura, no le son ajenas.
Además, también está al frente de Pro One, la lucrativa división de vehículos comerciales que unifica las operaciones de las diferentes marcas del grupo. Entre todas, en Europa supone alrededor de un tercio del volumen de ventas.
Sin embargo, 2025 arranca con dos grandes amenazas para Stellantis: las multas a las que se enfrentan los constructores si no alcanzan los objetivos de CO2 impuestos por Bruselas –se estima que un 22% de sus ventas tendrán que ser eléctricas– y unas cifras particularmente débiles en EEUU, donde Chrysler, Jeep y Ram antes dominaban.