
El Gobierno asume el retraso de los presupuestos por la falta de apoyos
Tras haber aprobado tres presupuestos generales del Estado consecutivos “en tiempo y forma” durante la anterior legislatura, el Gobierno asume ya el retraso en la presentación de unas nuevas cuentas públicas para el año que viene –que serían las primeras del actual mandato de Pedro Sánchez, pese a que ya superó su ecuador en el calendario– debido a la falta de apoyos parlamentarios.
Ayer acabó septiembre, y, en consecuencia, concluyó el plazo límite que la Constitución impone al Ejecutivo para que presente en el Congreso de los Diputados un nuevo proyecto de presupuestos tres meses antes de que expiren los vigentes, que permanecen prorrogados desde el año 2023. Pedro Sánchez se comprometió a registrar unas nuevas cuentas públicas para el 2026, pero en el Gobierno ya reconocen que la falta de respaldo parlamentario obliga a “alargar los plazos”, sin poner aún la mano en el fuego por ninguna fecha de presentación.
Todo apunta a que, salvo un inesperado milagro o un imprevisto giro de los acontecimientos, el 1 de enero del 2026 volverán a prorrogarse automáticamente, y por tercera vez, los presupuestos en vigor –elaborados por el anterior ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos–, al menos en espera de que se puedan aprobar unas nuevas cuentas, como también dicta la Constitución.