© ideal.esEl PSOE alega que tomó «medidas contundentes» contra Ábalos «desde el inicio»
La principal formación del Gobierno lleva meses presentándose como víctima de una doble traición. La de Ábalos, primero, y la de Santos Cerdán, que lo sustituyó en la secretaría de Organización, el puesto de mando interno, después. Los dos contribuyeron al ascenso de Sánchez a la secretaría general del partido en 2017 y los dos desempeñaron un importante papel en la moción de censura de 2018 contra Mariano Rajoy con la que, apoyado en aquella 'mayoría Frankenstein' de la que hasta entonces abominaban y con el argumento de combatir la corrupción, logró poner bandera en la Moncloa.
El propio jefe del Ejecutivo trató de aparentar normalidad y de evidenciar que el asunto no afecta lo más mínimo a la acción del Gobierno y, poco después de que conocerse la noticia -esperada por todo el mundo, después de que la Fiscalía Anticorrupción solicitara 24 años de cárcel contra Ábalos-, y tratando de neutralizar también el otro golpe del día -el rechazo del Congreso a la senda de déficit, antesala de los Presupuestos -decidió intervenir en la firma del acuerdo para la subida del 11% del salario de los funcionarios, inicialmente no incluida en su agenda.
Sí lo estaba su encuentro previo con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeie, en la Moncloa.