El debut de Seve Ballesteros, 50 años después
Seve fue el golfista de los golpes inverosímiles. El campeón que levantó el orgullo del golf europeo y lo cambió para siempre. En España democratizó este deporte y su apuesta fue siempre acercarlo a la gente de la calle, borrando la pátina de elitismo que lo envolvía. Al fin y al cabo, nunca dejó de ser un chico de Pedreña. Ballesteros tiene uno de los mejores palmarés de nuestro deporte.
Se hizo con cinco Majors, tres Open Británicos y dos Máster de Augusta, donde se convirtió en el jugador más joven en enfundarse en la chaqueta verde hasta que llegó Tiger Woods en 1997. También fue el hombre que convirtió la Ryder Cup en el exitoso torneo que es hoy día, porque hasta que él llegó, incluso a los americanos les aburría jugarlo. Ganaban siempre.
Pero toda su ristra de victorias como profesional arrancó con una derrota. La de su debut como profesional en Sant Cugat, del que mañana se cumplen 50 años. Piñero, un reputado golfista que después forjó una buena amistad con Seve, quedó impresionado ese día por la personalidad de aquel chico de Pedreña con el que años más tarde formó pareja sobre el campo. En aquella a ocasión Seve solo pudo acabar en la vigésima plaza, pero eso no le bastaba: quería ser el primero desde el principio.