
Zarco triunfa en la carrera más loca de MotoGP
Antes de arrancar la carrera de MotoGP se hacía oficial un nuevo récord absoluto de asistencia en el campeonato. Por primera vez se superaban los 300.000 aficionados (311.797, para ser exactos) que habían pasado durante los tres días del fin de semana y solo el domingo se congregaban más de 120.000 espectadores en las gradas del trazado de Le Mans.
Una afición que vivió su día grande con el triunfo de uno de sus dos únicos representantes que compiten en MotoGP. Hacía más de 70 años que un piloto francés no ganaba en la carrera de casa de la cilindrada máxima y ese honor recayó en Johann Zarco. El más veterano de la actual parrilla de la clase reina, que a sus 34 años vivió su día de gloria en el campeonato.
«No tengo palabras para describirlo. Es perfecto escribir estas líneas en la historia de mi país. Ha sido magia», comentaba el piloto de Cannes que poco antes había vivido desde el podio cómo todo el público cantaba a capela 'La Marsellesa'. La magia para él sucedió antes incluso de empezar la carrera. La lluvia que venía aguantando toda la mañana hizo acto de presencia en la parrilla y sembró el caos. Todas las MotoGP habían montado el neumático slick, pero en la vuelta de calentamiento comprobaron que había demasiada agua y se aplazó la salida.