
Una metamorfosis en 154 horas
Pero todo cambió en apenas 10 minutos, el tiempo que necesitó Julián Álvarez para marcar dos goles al conjunto vallecano, firmar su primer 'hat-trick' con el Atlético y dar la vuelta al marcador y a una dinámica negativa sin retorno en la que parecía haber entrado el conjunto rojiblanco. Tres goles que dieron tres puntos y mucho más a los muchachos de Simeone.
Un cambio de chip que le permitió afrontar el derbi ante el Real Madrid pleno de moral y completar su cuarto partido en apenas ocho días ante el Eintracht, con la tranquilidad que da el buen juego y los goles. Porque el fútbol son los goles.
Ante el Mallorca, a pesar de ponerse por delante -como en todos los partidos ligueros del curso- con un hombre menos, el Atlético terminó empatando y dejando un sabor de boca conocido entre la parroquia atlética. Un equipo incapaz de mantener una renta a favor. Algo parecido pasó en el Metropolitano con el Rayo.