
Pedro Pascal, la esperanza de Hollywood
El éxito de nuestro protagonista también es un signo de los tiempos. Aunque su trayectoria se despliega a través de dos décadas de trabajo en cine, televisión y teatro, el reconocimiento ha llegado a través de su participación en series difundidas por las plataformas. Primero fue su rol del malvado caballero Oberyn Martell en 'Juego de tronos', luego el mucho más creíble agente de la DEA Javier Peña en 'Narcos' y, posteriormente, ha destacado por sus incursiones en la ciencia ficción con 'The Mandalorian' y, sobre todo, 'The Last of Us'.
Sus personajes suelen responder a un perfil similar, al de un individuo curtido por diversos avatares que se enfrenta, con el bagaje de su experiencia, a desafíos y en los que, como en el último caso, ha de ejercer cierta protección de acompañantes desvalidos. Sin duda, la personalidad del individuo real se proyecta en los roles asumidos.
El efecto Pascal parece el contrapunto a la tendencia dominante. No es un superhéroe rubio, musculado y anglosajón, sino un hombre latino que hace sutil gala de su buen porte y cierto signo de distinción, una rara avis que, hasta ahora, ha escapado del encasillamiento que se otorga a los de su origen en Hollywood. Quizás hay algo del galán clásico que también contribuya a la aceptación conseguida. Nos hallamos ante la variante hispana de George Clooney, con quien guarda muchas similitudes.