© canarias7.esLos libaneses, incluido Hizbulá, esperan del Papa el 'milagro' de la paz
Para muchos libaneses la presencia en su tierra de León XIV constituye una esperanza de que las cosas puedan mejorar. Aunque hace un año que se firmó el alto el fuego entre Líbano e Israel, las violaciones al fin de las hostilidades son continuas, principalmente por parte del Estado hebreo.
El País de los Cedros, además, arrastra una grave crisis financiera desde 2019 que se ahondó con la pandemia y aceleró la dolarización de la economía. La explosión en el puerto de la capital en 2020, que dejó 200 muertos, 6.500 heridos y decenas de miles de viviendas destruidas, empeoró la situación de esta nación árabe aquejada de una fuerte inestabilidad política.
Con ese contexto no es de extrañar que se hayan disparado los altos niveles de desigualdad existentes desde hace décadas.