La goleada más dolorosa del Real Madrid ante un Osasuna transparente
No se recuerda una goleada tan dolorosa como la que consiguió el Real Madrid ante un Osasuna que se presentó en Chamartín como equipo revelación y se marchó como una caricatura de sí mismo.
Ni el segundo 'hat trick' de Vinicius esta temporada, tras el conseguido en el heroico y engañoso triunfo ante el Dortmund, ni el primer gol por fin de Bellingham, ni siquiera el notable debut del central Asencio, asistente en la diana del inglés, pudieron superar la tristeza del madridismo por las lesiones musculares de Rodrygo, Lucas Vázquez y, sobre todo, la retirada en camilla de Éder Militao, todo apunta que con una dolencia muy seria de rodilla.
Se esperaba una tarde complicada, marcada por esos siete goles que encajó la tropa de Ancelotti frente al Barça y el Milan, pero en el ámbito deportivo fue coser y cantar para el vigente campeón de Liga y de Europa, que nadie lo olvide. Hasta Lunin pudo disfrutar de los favores navarros para dar el pase de gol que cerró el triunfo. Además del drama de las lesiones que asolan sobre todo su defensa, la peor noticia para el Madrid fue la actuación de Kylian Mbappé. Una vez más, al astro de Bondy se le vio ansioso, inoperante de cara al gol. Ya son cuatro encuentros sin ver puerta.