3Foto© laverdad.esJunts asegura que Sánchez «se ha cargado la legislatura»
Después de romper con Pedro Sánchez, operación realizada en dos actos, primero el anuncio en Perpiñán y luego la materialización del bloqueo de todas las leyes en el Congreso, Junts ha pasado ya a la siguiente fase, la de tratar de capitalizar el divorcio y sacarle rendimiento electoral. El auge de Aliança Catalana, formación independentista e islamófoba que presenta a Junts como un partido autonomista entregado a Sánchez, ha disparado las alarmas en la dirección postconvergente, que ha buscado un golpe de efecto, que sirva de reacción de cara a las próximas citas electorales.
Los de Puigdemont han salido este sábado a la calle de manera masiva. Han movilizado a un millar de voluntarios para montar más de cien actos y paradas simultáneas por toda Cataluña. Un «super sábado», lo han llamado, para demostrar su capacidad de llegar a todo el territorio, en un mensaje dirigido a Aliança Catalana, que ni tiene infraestructura para estar presente en todos los pueblos y ciudades de Cataluña ni masa crítica de militantes.
Junts se la jugará al todo o nada en las municipales, porque ha renunciado al último reducto de poder que le quedaba. En 2022, rompió con ERC para salir del Govern catalán. En 2024, Illa fue investido presidente de la Generalitat. Los siete escaños del Congreso eran la principal palanca de presión de Puigdemont para tener influencia en el tablero de la política nacional.