
Japón ahorca al 'asesino de Twitter' por matar y descuartizar a nueve personas
Hacía tres años que el país asiático no ejecutaba a ningún reo y el propio ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, ha explicado que la decisión deriva de «una detenida reflexión». El tribunal que le condenó en 2020 a la pena capital aseguró que Shiraishi era apto mentalmente para responder por los crímenes que él mismo reconoció haber cometido.
Sus abogados, sin embargo, defendieron que sus nueve asesinatos suponían en realidad delitos menores porque las propias víctimas habían expresado su deseo de morir. No convencieron al juez, que sentenció que los fallecidos no habían dado su consentimiento y, además, la Fiscalía probó que habían mostrado resistencia mientras el 'asesino de Twitter' las estrangulaba.
Shiraishi fue acusado de «robo, violación, asesinato, destrucción y abandono de cadáver». Las víctimas tenían entre 15 y 26 años, la mayoría mujeres. La última fue un hombre de 17. El ministro de Justicia recordaba este viernes el 'modus operandi' del ejecutado, que «golpeaba, estrangulaba y mutilaba» a las personas que había logrado llevar hasta su piso. Algunos de sus restos acababan «guardados en cajas» y otros «arrojados a un vertedero». Todo «por la egoísta razón de satisfacer sus propios deseos sexuales y financieros», ha subrayado Suzuki.