
Infiltrado en las entrañas del movimiento okupa
Hace más de 25 años, las autoridades se vieron desbordadas por la irrupción de un movimiento de protesta de fuerza inusitada. De repente, las movilizaciones contra el orden económico tomaron las calles de Seattle durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio. También Praga fue el escenario de un movimiento contra un encuentro del FMI que puso patas arriba la ciudad La epidemia se extendió a Génova, Barcelona y otras grandes urbes.
Los mandos policiales de Occidente estaban perplejos. ¿De dónde salía esa masa abigarrada de sindicalistas, ecologistas, indigenistas y campesinos que ponían en jaque a las fuerzas de seguridad?
En Lavapiés, epicentro del movimiento okupa de Madrid, bullían las reivindicaciones contra el neoliberalismo y la especulación inmobiliaria, con un desconocido Pablo Iglesias que agitaba las aguas de los activistas antisistema. La Policía decidió que había que infiltrar a alguien entre las filas de esa gente que se guarecía en edificios okupados.