10Foto1Video© larazon.esHistoria de libros, libros de Historia
La segunda sesión tenía un título evocador y sugerente Hilando libros en tiempos de hilos rotos y fue un placer escuchar a los ponentes que hilaban su vida con los libros, como experiencia y como esperanza; los libros, sin duda, nos invaden y nos transforman, porque nos hacen experimentar sentimientos, emociones, las terribles tragedias o la inmensa felicidad que alguien nos entrega convertida en palabras.
Al día siguiente, comentaba con una amiga una encuesta reciente en la que un buen porcentaje de españoles valora positivamente la dictadura franquista -entre ellos, jóvenes, nietas y nietos de la generación que asistió al fin del franquismo y luchó por conquistar la democracia- y pensé, con tristeza y perplejidad, que nos hemos alejado de esa tarea tan noble como necesaria de hilar palabras, que nos alejamos de los libros, de los libros de viento -que son las historias contadas, en la afortunada expresión de Marifé Santiago- y de los libros de papel que nos siguen acompañando, pero relegados ante otros estímulos y otras lecturas más amables y entretenidas, menos comprometidas y más lejanas en el tiempo.
Y lo siento, porque no hay otra forma de conocer la historia, el pensamiento o la poesía, si no es a través de esos testimonios orales o escritos, con los que nos adentramos en las contradicciones de cada momento histórico, escuchamos sus voces y tomamos partido.