© hoy.esLindsey Vonn reescribe la historia a los 41 años
Lindsey Vonn, quizá la esquiadora más icónica de siempre, ha vuelto a desafiar los límites del deporte. Conocida no solo por su habilidad y destreza en las montañas, sino también por su increíble historia de superación personal, marcada por lesiones graves que amenazaron su carrera, la estadounidense se ha convertido, con 41 años, en la más veterana en ganar una prueba de la Copa del Mundo al imponerse en el descenso de St. Moritz, en los Alpes suizos.
La marca registrada por Vonn representa un logro personal y traslada un mensaje inspirador para el mundo del deporte. Durante su camino no ha tenido un viaje precisamente sencillo, marcado por numerosas lesiones, sobre todo en su rodilla izquierda. La más grave ocurrió en 2013, cuando una caída en el Mundial de Schladming (Austria) le provocó una desgarradora rotura de los ligamentos cruzados anteriores. Un golpe devastador que destrozó también el cartílago y le obligó a someterse a una cirugía reconstructiva y a un proceso de rehabilitación extremadamente doloroso.
Pero Vonn nunca pensó en rendirse. Con una rodilla de titanio y desafiando cualquier expectativa, la esquiadora estadounidense demostró que la pasión y el esfuerzo pueden superar cualquier obstáculo. Y tras cinco años retirada, la estadounidense ha vuelto a ganar una carrera, algo que no sucedía desde marzo de 2018 para sumar su victoria número 83 en la Copa del Mundo. Además, con una autoridad imponente. Aventajó en casi un segundo a la segunda clasificada, la austriaca Magdalena Egger y dejó aún más atrás a la también austriaca Mirjam Puchner y a la italiana Sofia Goggia.