© canarias7.esGuardias a bordo de motos reprimen las manifestaciones en Irán contra la crisis y a favor de la libertad
El colapso llegó el domingo con la caída del rial iraní a un equivalente de 1,42 millones por dólar. La depreciación fue súbita y brutal y conllevó la dimisión inmediata de Mohammad Reza Farzin, el presidente del Banco Central. Como ejemplo del desplome de la economía, cuando Farzin llegó al cargo en 2022, la cotización era de 430.000 rials por dólar.
Tras la histórica bajada, los comerciantes de los dos principales bazares iraníes cerraron el domingo. El lunes se sumaron otros muchos tenderos y comenzaron las manifestaciones no solo en Teherán sino también en importantes ciudades como Isfahán, en el centro del país, Shiraz, en el sur, y Mashhad, al noreste. Las movilizaciones han cobrado fuerza con la suma de los estudiantes, hartos de las duras normas del régimen, y de familias que no llegan a fin de mes debido a un tremendo aumento de los precios en el que los economistas ven ya síntomas de hiperinflación,
La tasa de inflación ha sido este diciembre un 42,2% superior a la del mismo mes de 2024, y ha crecido un 1,8% respecto a noviembre. Los alimentos se han encarecido un 72% en menos de un año, en el que la moneda nacional se ha depreciado un 39%. Por si fuera poco, los iraníes han visto cómo Europa y Estados Unidos reimponen sanciones internacionales que asfixian aún más las economías domésticas, con artículos que no llegan y, cuando lo hacen, a precios desorbitados.