Esta es la localidad de Madrid en la que se ha disparado el precio del alquiler
No parece que sea Pablo Iglesias un político que se amilane ante lo adverso. Más bien al contrario, le gusta el barro, enfangarse y enlodazar a otros para salir de la ciénaga hediondo pero victorioso. Iglesias y su tropa amoratada se crecen en la adversidad. Nadie puede negar que el de Galapagar sea uno de los políticos más astutos y maquiavélicos de nuestra historia reciente.
Lo demostró en los debates televisivos que le hicieron famoso, en su pulso con Sánchez, en sus estratégicas operaciones dentro del Gobierno y de Podemos. Que no siempre resultaron como él hubiera querido. Falló estrepitosamente en el desembarco en Madrid, pero manteniendo un respaldo electoral de diez diputados, lejos del cero absoluto logrado por los suyos el pasado 28 de mayo.
Ese batacazo en la capital ha sido el principal argumento utilizado por Yolanda Díaz para desactivar a la coalición amoratada, diluida dentro de Sumar como uno más de los muchos partidos que respaldan el proyecto electoral de la actual vicepresidenta.