© hoy.esCon una sierra y sábanas, así fue la última de las fugas de prisión que preocupan a Francia
Esta fuga desde el interior de una cárcel tuvo lugar pocas semanas después de que otro recluso, de 37 años, huyera en Rennes durante una salida con otros cinco detenidos a un planetario de la capital de Bretaña. Pese a la presencia de tres vigilantes, se esfumó aprovechando un momento de despiste y camuflándose entre el resto de los visitantes.
La Policía, sin embargo, lo arrestó de nuevo a finales del mes pasado. También logró capturar al otro huido en la capital de la Borgoña, de 32 años y al que habían encarcelado por amenazas y violencia contra su pareja. Solo el más peligroso de los tres, vinculado al mundo del narcotráfico, sigue en libertad.
Más allá de la peligrosidad de uno de esos presos, estas fugas han hecho correr ríos de tinta en Francia, «porque revelan la falta de seguridad de sus prisiones, así como la vetustez de las instalaciones», explica a este medio Wilfred Fonck, secretario nacional de UFAP UNSA Justicia, uno de los principales sindicatos entre los agentes penitenciarios. Construida en 1853, la cárcel de Dijon es antigua y necesita una renovación urgente. Resulta evidente su falta de adaptación a nuevas tendencias en el mundo del hampa, como las entregas a través de drones de objetos prohibidos.