Espargaró gana en otra remontada antológica de Márquez al sprint
Desde que el jueves anunció su retirada, Aleix Espargaró estaba llamado a ser el hombre del Gran Premio de Cataluña, pero lo está consiguiendo por sus resultados en la pista. Ya había liderado el viernes de entrenamientos libres y este sábado certificó esa condición con una pole matutina de récord y, sobre todo, con un triunfo vespertino al sprint tan épico como inesperado.
Inesperado porque llegó tras una caída de Pecco Bagnaia a falta de nueve curvas, cuando el italiano rodaba primero y acariciaba la victoria. Pero por detrás, Aleix Espargaró veía cosas: «Su caída me pilló por sorpresa porque era la última vuelta, pero yo estaba yendo muy rápido con los neumáticos destrozados y solo le recortaba una décima. Veía que en las últimas vueltas no estaba cómodo, cometía errores y se iba largo en curvas. Era consciente de que no me iba a dar para adelantarle, pero si me quedaba muy cerca podía forzar su error y al final se ha caído».
El italiano no era el primero que se iba al suelo liderando la carrera. Antes lo hizo un sorprendente Raúl Fernández, que desde su tercera posición de la parrilla se puso al frente de una carrera de MotoGP por primera vez y lideró dos vueltas. Sin embargo, la aventura del piloto madrileño solo duró hasta la quinta vuelta, cuando se cayó en una de las frenadas más fuertes del circuito de Montmeló.