«El hombre siempre ha preferido blandir el puño antes que extender la mano»
Durante décadas, revisar el pasado violento de Francia en Argelia ha sido un tabú. A lo largo de 132 años los franceses gobernaron la colonia norteafricana antes de ser depuestos por una sangrienta guerra de independencia, cuyas heridas están lejos de cicatrizar. Francia, faro de la Declaración de Derechos Humanos, arrastra un ominoso legado de barbarie amasado con amnesia.
El escritor Mathieu Belezi ha conseguido romper ese muro de silencio con la novela 'Asaltar la tierra y el sol' (Sexto Piso), recientemente publicada. «Francia nunca ha aceptado y todavía no acepta su pasado colonial, en particular el de Argelia. Porque Francia en Argelia quería desarrollar la colonización de asentamientos.
Es decir, imponer por la fuerza una transformación radical de este país para convertirlo en tres departamentos franceses. En cierto modo, una extensión mediterránea de la Francia continental. Es este uso de la fuerza brutal lo que resulta difícil de comprender y aceptar para una Francia que exige la declaración de los Derechos Humanos», argumenta Mathieu Belezi.