El Barça quiere alargar la euforia en un derbi catalán extraño

Derbi extraño donde los haya el que se disputará este domingo en Montjuic. Lo será por el shock en el que está inmerso todo el país tras la tragedia que se vive en Valencia y también porque será un duelo en el que el Espanyol jugará en el campo del Barcelona y se sentirá como en su propia casa.

Doce años estuvieron los pericos en el Lluis Companys, que vestirá sus mejores galas para arropar a un equipo, el de Hansi Flick, que sigue en estado de euforia y podría acabar la jornada con nueve puntos de ventaja sobre el Real Madrid, aunque con un partido más tras el aplazamiento del duelo que debía afrontar el conjunto de Carlo Ancelotti en Mestalla.

«Un derbi contra el Espanyol es un partido difícil para nosotros. Tras una gran semana es muy importante jugar al cien por cien, que nos centremos en la intensidad. Es importante demostrar la calidad que tenemos», afirmó Flick en la rueda de prensa previa al partido de su equipo contra el rival ciudadano. El técnico alemán, que aseguró que «hubiera suspendido la jornada», no quiso caer en el exceso de confianza pese a la distancia que mantiene con sus perseguidores en la Liga y aseguró que «el camino hasta el título es largo».