
Dwayne Johnson, buscando el Oscar a base de puñetazos
Dwayne Johnson, héroe de acción, al que ya no se le llama tanto 'The Rock', busca, quizás desesperadamente, que se le tome en serio como actor. No le salió bien la jugada a la hora de convertirse en un superhéroe de éxito: el fiasco de 'Black Adam', adaptación del cómic, homónimo, todavía le duele.
Al parecer, su pasado dejándose la piel como profesional del pressing catch aún le pesa, pero a la vez le inspira (ojo a 'Peleando en familia'). En 'The Smashing Machine', presentada en el pasado festival de Venecia, llamó la atención su evidente cambio físico para interpretar, bajo abundante maquillaje, al luchador profesional real Mark Kerr, figura de referencia en el origen de la UFC.
Su ascenso y caída en el brutal mundo de las artes marciales mixtas, acompañado incondicionalmente por su mujer, a quien pone rostro Emily Blunt, da pie a un filme emotivo que ofrece espectáculo bajo las órdenes de Ben Safdie, un creador de sugestiva trayectoria que, en esta ocasión, está menos inspirado de lo habitual, quizás al no compartir responsabilidades con su hermano Joshua.