© canarias7.esCrónica de un interrogatorio que no se produjo: «Si me pregunta mi defensa qué se me ha olvidado…»
«Si me pregunta mi defensa qué se me había olvidado…» fue la orden a Ocio, que provocó risas en los que seguían la comparecencia en directo a través de pantallas y sonrisas en el tribunal y los asistentes dentro de la sala. La orden sirvió para que García Ortiz, como si en la apertura de un año judicial se tratase, siguiera con el 'speech' que traía de casa, donde probablemente habría ensayado mil veces su alegato, que desmenuzó de memoria. Que el 'no interrogatorio' estaba preparado quedo fuera de toda duda.
García Ortiz preparó también concienzudamente su argumentario para negarse a responder a las preguntas de las acusaciones, tanto populares como particulares (el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso). Sin actores incómodos en el tablero –la Fiscalía solo hizo dos preguntas de compromiso para no interferir en el medido discurso- el imputado se dedicó a hacer un relato de su versión de los hechos, sin evidentemente entrar en las cuestiones espinosas. Conforme iba avanzando en su 'mitin judicial' el imputado fue tranquilizándose para acabar casi regodeándose en sus palabras.
Minutos y minutos de divagaciones sin interrupciones, porque las preguntas de su abogado en realidad lo único que hacían eran dar pie una nueva perorata.