Así usan la realidad virtual el Louvre, la Fundación Louis Vuitton y el Museo de Orsay
En el Louvre, la Cámara de los Ancestros recupera el color y el brillo de los tiempos de los faraones. En la Fundación Louis Vuitton, el visitante se transforma en un gigante que observa desde las alturas el espectacular edificio diseñado por Frank Gehry en París. Y en el Museo de Orsay, durante un tiempo, el espectador no solo veía las obras de Van Gogh expuestas, sino que entraba en su universo.
Expertos de museos y centros culturales de referencia enseñaron sus mundos virtuales en una jornada técnica del CM Málaga Culture & Museums. Y todos coincidieron en dos ideas: la posibilidades didácticas y lúdicas de la tecnología, y la importancia de combinar cada experiencia con la realidad física.
El Louvre se ha asociado con Snapchat, con una fuerte penetración entre los jóvenes franceses, para el desarrollo de la realidad aumentada. En tres obras de la sala del Antiguo Egipto, el escaneo de un código QR con el móvil abre una pantalla al pasado. La estatua de Osiris ocupa su lugar en la naos de Amasis, los colores vuelven a la Cámara de los Ancestros, y el zodiaco de Dendera adopta las 3D en sus relieves. «Ha sido un experimento con mucho éxito, llegando a los 600 clics a día», resaltó Camille Emina, jefa de producciones digitales del Louvre.