Falconetti, maldad tuerta y sin gracia
Falconetti fue el malo-malo sin matices, sin gracia, sin el más mínimo atractivo, una persona odiable. Sádico, pederasta, torpe. No era Angela o Richard Channing en 'Falcon Crest' con sus líneas cómicas. No era Hannibal Lecter, el caníbal con encanto. Era el enemigo en 'Hombre rico, hombre pobre', la primera gran miniserie.
Más enemigo del hermano pobre (Nick Nolte, Tom) que del rico (Peter Strauss, Rudy). Cuando Federico Jiménez Losantos empezó a llamar Falconeti a Pedro Sánchez, por el Falcon, quizá muchos no sabían de dónde venía ese mote. Les sonaría a mafioso italiano. Los más mayores sí tienen en su mente al tuerto Falconetti con su parche. Ser un falconetti era ser muy malo.
Como ser un Fittipaldi era ir rápido. En coche o en cualquier actividad.
'Hombre rico, hombre pobre' fue la primera gran miniserie. Hay quien sostiene que fue la primera, sin más. Quizá la primera americana de gran presupuesto, con actores de tronío en el reparto, pero la francesa 'Belfegor, el fantasma del Louvre' (1965), con Juliet Greco, atemorizó a los españoles de los años 60. Y era una miniserie.