Así fue la madrugada en Sutton que ha llevado a la cárcel a Dani Alves
Dani Alves, tras acabar la cena, decide marcharse en compañía de uno de sus íntimos amigos, un chef brasileño, a continuar la velada a Sutton, donde es un habitual y sabe que siempre va a poder acceder a uno de los reservados vips que rodean la pista de baile y que están delimitados por un pequeño murete. De hecho, consigue una de las mesas más privilegiadas, en la parte más alta de la zona vip denominada ‘Moët & Chandon Dj’.
La víctima, su prima y su amiga acceden a la zona vip. Al poco tiempo de acomodarse, el camarero, a petición de Alves, se acerca para invitarlas a unirse a la mesa del deportista. Ellas, tras rechazarlo en una primera ocasión, en la segunda acceden a cambiarse de mesa. El futbolista se presenta como «jugador de petanca de L’Hospitalet», pero el grupo de mexicanos revelan su verdadera identidad. Los mexicanos se retiran.
Según el recurso presentado por los abogados de Alves contra su excarcelación, las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran que durante «veinte largos minutos» se puede observar a un grupo de cinco personas (la víctima, su prima y una amiga, junto con Alves y su amigo) «departiendo de un modo lúdico y festivo, rodeados de muchísima gente en un espacio abierto, que dista mucho en ser un contexto y escenario de intimidación ambiental». Nada que ver con «un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación», que según los letrados del futbolista relató la víctima.