Intervalos nubososMadrid31°
«Admiro a Kasparov, Fischer era temible, pero me quedo con Carlsen»© canarias7.es

«Admiro a Kasparov, Fischer era temible, pero me quedo con Carlsen»

, 4 noticias, 0 vistas

- En casa jugaba al ajedrez con mi padre, mi madre y algún vecino. Muy pronto mi padre me empezó a llevar al bar donde él jugaba con sus amigos para presumir de hijo. Yo tenía 10 años y ya jugaba bastante bien. Mi padre era albañil y jugaba al ajedrez como amateur. Nunca se lo tomó en serio. Una vez en un torneo llegamos los dos a la final. No sabía qué hacer. ¿Le gano? ¿No le gano? Él encontró la solución. No se presentó y yo quedé campeón.

- Sí. En otro bar muy cutre de Barcelona, El Oro Negro, había mesas de ajedrez muy viejas con las piezas gastadas. Ahí había jugado Hemingway y podías ver a un millonario echando una partida con un mendigo. Se jugaba por dinero y yo empecé a ir para ganar algún dinerillo porque en mi familia nos hacía mucha falta. Con 15 años era como un tahúr. Siempre ganaba todo lo que mi padre perdía en el juego. Porque mi padre tuvo un grave problema de ludopatía y todavía estoy recuperando lo que él perdió. Siempre he sido un jugador ganador. Si no, no juego.

- Y en una época de su vida se ganaba la vida jugando al blackjack en los casinos…

- Cuando cumplí 18 años me ofrecieron un trabajo jugando en casinos. Yo no jugaba mi dinero, jugaba dinero de capitalistas que me pagaban por ganar y me daban un porcentaje. Era una época en la que todo se hacía de forma manual. Yo contaba las cartas que iban saliendo y llegaba a tener algunas ventajas que pueden darte bastante rédito. Compaginaba informática, ajedrez y blackjack y era bastante complicado porque por las noches acabábamos a las cinco de la mañana. Pero con 18 años se aguanta todo.