Rusia toma Vugledar y asesta un golpe moral al ejército ucraniano
La localidad de Vugledar, situada a medio centenar de kilómetros al suroeste de la ciudad de Donetsk, en la región ucraniana del mismo nombre, tiene una importancia estratégica relativa pero su pérdida para Kiev supone un golpe psicológico significativo. Llegó a tener casi 15.000 habitantes y su principal riqueza son las minas de carbón, como indica su nombre. Ahora, tras dos años y medio de combates, desde marzo de 2022, y continuado asedio, Vugledar, que resistió como una verdadera fortaleza, está completamente destruida y, desde este miércoles, bajo el control casi total del Ejército ruso.
Así lo reconocen las propias autoridades de Kiev y el mando del ejército ucraniano, que terminó de dar permiso a la Brigada mecanizada número 72 para replegarse y evitar ser cercada después de haber estado defendiendo Vugledar y sufrido importantes bajas. «El alto mando dio su autorización a la maniobra de retirada para permitir salvar a los hombres, el equipamiento militar y tomar nuevas posiciones», escribía en su canal de Telegram la unidad ucraniana 'Jortitsa' encargada del operativo defensivo.
Vugledar, considerada un bastión por estar emplazada en una colina, tenía una especial importancia para los ucranianos por su situación en la misma intersección de los frentes este y sur y porque desde ella disparaban contra las líneas de suministro rusas. La ciudad se encuentra junto al trazado ferroviario que va desde Crimea a las zonas industriales de las regiones de Donetsk y Lugansk.