Pogacar, amo y señor del ciclismo
Amo y señor del Tour, amo y señor de las carreras, Tadej Pogacar, desde lo alto del podio, en el que empieza a observar el Olimpo del ciclismo, amenaza: «Mathieu van der Poel está muy guapo con su maillot de campeón del mundo, pero yo lo quiero después del amarillo, este año o el siguiente». Insaciable, el nuevo Caníbal que todo lo pretende ganar. El Tour, el Giro, la Tirreno, la Lieja-Bastoña-Lieja, el Giro de Lombardía, la Strada Bianche, la París-Niza, el Tour de Flandes, la Amstel, la Flecha Valona y así hasta 79 victorias que moldean un palmarés impresionante.
Es el ciclista pluscuamperfecto, que ratificó en Niza, el inédito final de la carrera francesa, que es el mejor corredor de la temporada, el mejor del mundo, y que cuando está en su estado de forma óptimo no tiene rival. «Esta vez todo salió perfecto. Esta es la primera gran vuelta en la que me siento confiado todos los días».
Decían que no tuvo oponentes en el Giro, donde acabó ganando seis etapas, pero en el Tour ha repetido, otras seis, las tres últimas de manera consecutiva, las dos de los Alpes y la contrarreloj final en las escarpadas rutas entre Mónaco y Niza, con dos exigentes ascensiones a la Turbie y el mítico col d'Èze, en las que fue ganando tiempo, pero que también rebañó en los descensos y en el llano.