© ideal.esOtra victoria mentirosa del Madrid bañada en pitos
En otra noche deslucidísima, el Real Madrid ganó tiempo pero no crédito con un triunfo mentiroso que ni mucho menos disipa la borrasca.
Un gol de Bellingham a la salida de una falta lanzada por Rodrygo, otro de Mbappé transformando un penalti cometido sobre el '11', las paradas de un Courtois de nuevo estratosférico y los cruces de cables de Marcao, que dejó a su escuadra con uno menos a resultas de dos entradas extemporáneas, tumbaron a un Sevilla que se mostró mucho más sólido, ordenado y peleón que el mustio equipo que dirige Xabi Alonso y dieron tres puntos a los blancos que resultaban vitales para que el guipuzcoano mantuviese un hilo de vida, pero que no alejan la guillotina de su cuello.
Los pitidos del Bernabéu, al inicio, a la mitad y hacia el final de la enésima actuación desafinadísima de su equipo, con Vinicius como principal señalado a título individual cuando Xabi Alonso le relevó para dar paso a Gonzalo, mantienen en la cuerda floja al guipuzcoano, incapaz de corregir los desmanes de sus desaplicadísimos pupilos.