
Malestar en el sector financiero por el riesgo de injerencia política tras la consulta pública de la opa
La opa de BBVA sobre Banco Sabadell entra en su recta final con más incertidumbre si cabe que al inicio del proceso, hace ahora justo un año. El visto bueno de Competencia el pasado 30 de abril provocó que el mercado valorase una mayor probabilidad de éxito de la operación, algo que se vio reflejado los días posteriores en la cotización de las dos entidades, con subidas más notables en Bolsa para BBVA, que se revalorizó casi un 4% en las tres sesiones posteriores a la decisión.
Esa evolución hizo que la prima que el banco vasco ofrece por la vallesana se acercase de nuevo al equilibrio. Aún estaba en negativo, pero en el entorno del -2%, frente al -7% que marcaba antes de la decisión de la CNMC. «Ahora hay una mayor probabilidad de que BBVA adquiera Banco Sabadell, puesto que la autorización de Competencia allana el camino para la opa que se lanzará al término del segundo trimestre de 2025 o principios del tercero, una vez el Gobierno español comunique su posición, que puede incluir condiciones», apuntaba esta semana la agencia de rating Fitch.
Esa prima, sin embargo, ha vuelto a ejercer mayor presión para el comprador en los últimos días de la semana, tras la insólita consulta pública lanzada por el Gobierno para decidir si finalmente eleva el dictamen de Competencia al Consejo de Ministros, con la posibilidad de introducir nuevas condiciones.