
Lecornu fracasa en su intento de calmar la indignación de los sindicatos franceses
«El primer ministro no nos ha dado ninguna respuesta clara sobre los anhelos de los trabajadores y las trabajadoras», criticó al final de ese encuentro Marylise Léon, secretaria general de la CFDT, el sindicato con un mayor número de afiliados en Francia y con una orientación moderada. «Para la intersindical -una alianza unitaria de las ocho principales organizaciones de trabajadores-, representa una oportunidad perdida», añadió en la salida del Palacio de Matignon, en París.
«El primer ministro nos habló de ruptura y medidas concretas. Pero de momento no hay ninguna ruptura ni medidas concretas», lamentó Sophie Binet, líder de la CGT, el segundo sindicato más importante, con una línea más radical y combativa. En concreto, los dirigentes sindicales criticaron la poca concreción de Lecornu respecto a los presupuestos del 2026.
Esas cuentas, con las que las autoridades quieren reducir el elevado déficit público de Francia, ya originaron la dimisión forzada a principios de mes de su predecesor, François Bayrou. Ahora representan la ecuación casi irresoluble a la que se enfrenta el actual primer ministro, de 39 años.