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La victoria de Mamdani insufla energía a los demócratas pero no es exportable9Foto1Video© larazon.es

La victoria de Mamdani insufla energía a los demócratas pero no es exportable

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Katy Perry siempre ha sido una cronista del desamor. Desde The One That Got Away hasta Wide Awake, la cantante ha sabido transformar el naufragio emocional en un espectáculo de pop brillante y confesional. Pero con Bandaids, su nuevo lanzamiento, el tono es distinto: más íntimo, más adulto, más dolorosamente contenido. No hay fuegos artificiales esta vez, sino heridas que se cierran con hilo dorado.

El tema llega en el momento más inesperado -apenas unos días después de hacerse pública su relación con el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau- y, sin embargo, mira hacia atrás. Todo en Bandaids apunta a su separación de Orlando Bloom, el actor con el que compartió casi una década de vida, una hija y una historia que parecía de cuento. La canción abre con un verso demoledor: "Te juro que lo intenté / No quedó piedra sin remover". Y, enseguida, la frase que ya ha dado la vuelta al mundo: "No es lo que hiciste, es lo que no hiciste".

Es el tipo de reproche que no necesita explicación: la decepción silenciosa, la falta de gestos, el vacío que pesa más que el error. Perry no lanza dardos venenosos, sino agujas precisas. En esa línea, canta: "Me acostumbré tanto a que me decepcionaras / Ya no sirve de nada enviar flores". No hay rabia, hay agotamiento. Ese cansancio elegante de quien amó hasta el último día.