
La Nasa busca alternativas a Elon Musk para el regreso a la Luna
Hasta ahora, el dedo acusador de esos retrasos apuntaba a los problemas detectados en la cápsula Orion, la encargada de transportar a los astronautas. También al supercohete SLS, cuyos costes se han disparado hasta límites casi insostenibles -más de 6.000 millones dólares-. Pero ahora las miradas de Washington se centran en Space X, la empresa espacial de Elon Musk. «Me encanta SpaceX.
Es una empresa increíble. El problema es que están rezagados.
Han retrasado sus cronogramas y estamos en una carrera contra China», dijo este lunes Sean Duffy, secretario de transporte de Estados Unidos y director interino de la Nasa desde que el pasado mes de mayo Trump rechazara a Jared Isaacman, el multimillonario que protagonizó el primer paseo espacial comercial de la historia y candidato del magnate de Tesla para la agencia espacial.
El papel de Space X es clave en el plan Artemisa. Su tarea consiste en transportar a los astronautas desde la órbita de la Luna hasta su superficie y llevarlos de vuelta a la Orion para regresar a la Tierra. La encargada de este viaje es la Starship, el cohete más grande y potente jamás construido. Hace una semana despegó en su undécimo vuelo de prueba. Al contrario que muchos de los anteriores, que acabaron con el artilugio en llamas, este último fue un éxito.