
La Guardia Civil calcula que Óscar S. tardó 38 minutos en ‘colocar’ el cuerpo de Esther en la curva
Así que el cadáver, según el equipo de investigación, estuvo a la intemperie 23 días, hasta que el senderista salmantino aficionado a participar en la búsqueda de personas desaparecidas lo encontró, la mañana del sábado del 5 de febrero, tras las multitudinarias batidas, el infructuoso vuelo de drones y el rastreo de perros, que se centraron más al norte, en el entorno del restaurante La Maña, las urbanizaciones colindantes, los pozos y el canal.
Las búsquedas en Google Maps por parte de Óscar S. habrían comenzado en la mañana de ese día 13 de enero y decidiría trasladarse al mediodía con su vehículo a Traspinedo, activando el modo avión de su teléfono móvil, con el fin de evitar que la aplicación registrara datos de ese desplazamiento.
Por la tarde habría realizado dos nuevas consultas que, a juicio de los investigadores mostraría «un indudable interés del investigado por comprobar los registros sobre sus desplazamientos». El último desplazamiento ya lo hizo de noche, dejando el terminal telefónico en su piso de La Rondilla, en Valladolid.