La cocina de los rodríguez
Da igual cuántas veces se repita la misma cantinela cada verano: no es cierto que la expresión «estar de rodríguez» (o andar de, quedarse de y similares) se la debamos al cine. La vox populi casi nunca da una, así que no les sorprenderá a ustedes descubrir que ese rodríguez que la RAE define como «hombre casado que se queda trabajando mientras su familia está fuera, normalmente de veraneo» no procede de la película 'El cálido verano del Sr. Rodríguez' (1964).
En ella José Luis López Vázquez encarnaba a un oficinista, Pepe Rodríguez, que debía quedarse a trabajar en la ciudad mientras su mujer e hijos se iban de veraneo a la sierra. Aquel señor Rodríguez que fantaseaba con volver temporalmente a la soltería o con echar una canita al aire era un rodríguez de manual, pero no fue el causante de que este apellido adquiriera un nuevo significado sino una manifestación más de un término que por entonces llevaba usándose ya más de una década.
En 1953 se puso particularmente de moda, y podemos encontrar numerosas alusiones a los rodríguez y a su emancipación estival en revistas como Fotos o el diario Informaciones. El 2 de julio de 1953, por ejemplo, la periodista Pilar Narvión firmaba en el periódico Pueblo un artículo con las «confesiones de un Rodríguez» en el que quedaban claras las dificultades a las que se enfrentaba el padre de familia solitario.