
La burbuja de los horrores
Tras decretar la jueza el ingreso en prisión, imputados por los delitos de violencia doméstica con maltrato psicológico habitual y abandono de menores, un furgón de la Guardia Civil trasladó el miércoles por la tarde al matrimonio alemán que recluyó a sus tres hijos, de entre 8 y 10 años, en un chalet en la falda del Naranco, durante casi cuatro años, tras la sexta ola de la pandemia del coronavirus.
Apenas veinte minutos de trayecto, entre Oviedo y Villabona, para traspasar las puertas del Centro Penitenciario de Asturias, donde pasarán una larga temporada. Ambos llegaron solo con lo puesto y con mascarilla.
La madre de los menores, una estadounidense con pasaporte alemán, de 48 años, fue llevada directamente a la Unidad Terapéutica (UTE), la opción elegida tras descartar de momento el módulo de mujeres. Mismo destino que el de su marido, un «corpulento» alemán de 53 años, que tras entrar en el módulo de ingresos y pasar una evaluación, pasa los primeros días en la UTE. Cerca y lejos.