Kamala Harris defiende sus cambios de opinión y se muestra firme con la inmigración: «Mis valores son los mismos»
Treinta y nueve días después de que la Historia le cambiara los planes tras la renuncia de Joe Biden a perseguir su reelección, la vicepresidenta Kamala Harris concedió este jueves su primera entrevista como candidata. Había hablado aquí y allá con los reporteros que siguen su campaña y charló con un par de influencers en la Convención Nacional Demócrata, pero aún no se había enfrentado a la colección de preguntas, más o menos incómodas, que definen una entrevista periodística.
Se las planteó Dana Bash, corresponsal política jefa de la CNN y una de las estrellas de la cadena. Ambas se sentaron en torno a una mesa en un restaurante de Savannah, en el disputado Estado de Georgia, acompañadas por el gobernador de Minnesota, Tim Walz, la persona que Harris ha escogido para acompañarla en la papeleta como aspirante a la vicepresidencia.
No fue una entrevista reveladora, ni ofreció grandes detalles sobre los planes de la aspirante. Pero, dado que no metió la pata y que tampoco se vio en ningún momento contra las cuerdas, dio la impresión de que logró lo que su campaña andaba buscando: que Harris saliera ilesa del trance antes de la gran cita de su primer debate contra el candidato republicano Donald Trump, prevista para el próximo 10 de septiembre en Filadelfia.