
Jessica Bouzas, con el objetivo de seguir creciendo en el US Open
Jessica Bouzas se ha acostumbrado en los últimos tiempos a la dulce rutina de romper barreras en cada torneo que disputa. La jugadora de Vilagarcía de Arousa llega a un Grand Slam dentro de las cincuenta mejores del mundo por primera vez en su carrera y después de que en Wimbledon debutase en unos octavos de final de un gran torneo.
La vida le sonríe ahora mismo a una tenista que ha trabajado mucho y de manera muy constante para ganarse el derecho a estar entre las mejores y, como ha dicho ella en más de una ocasión, llega a Nueva Yok con el objetivo de no venir a estos torneos por venir, sino a hacerlo bien.
Tras cinco Grand Slams consecutivos ganando al menos un partido -alcanzando en cuatro de ellos la tercera ronda-, el sorteo ha sido caprichoso y la ha enfrentado en primera ronda a un coco como la croata Donna Vekic, semifinalista en Wimbledon y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París del año pasado. El único choque entre ambas se lo llevó la balcánica en un torneo en Tenerife hace cuatro años.